Un hogar energéticamente eficiente y de calidad es más
sencillo de lo que todos creen.
Llevar un estilo de vida más saludable y eficiente empieza en casa. Al construir una casa eficiente donde el aire se renueve de forma inteligente, que esté bien orientada y que utilice materiales naturales y técnicas de bioconstrucción conseguirás tanto beneficios para la salud como para el bolsillo. Además tendrás una vivienda confortable, autosuficiente y asequible.
¿Que es el Passivhaus?
Las casas Passivhaus son energéticamente eficientes. Estas consiguen un óptimo confort interior. Además, son económicamente asequibles ya que consiguen reducir en un 80 % los gastos en calefacción y/o refrigeración.
La energía necesaria para cubrir las necesidades de la vivienda se obtiene con energías renovables. Esto la convirtie en una construcción sostenible y de muy bajo coste energético para el propietario.
El estándar Passivhaus no dispone de un sistema constructivo como tal. Dependiendo de las necesidades de la vivienda así como el estilo arquitectónico, se opta por varios sistemas o modos de construcción. De esta manera se pone siempre el sistema constructivo al servicio de la vivienda.
Todas las vivienda certificadas Passivhaus deben cumplir unos parámetros estrictos controlados exhaustivamente por el Passivhaus Institut.
5 puntos clave de las viviendas Passivhaus
El aislamiento térmico en este tipo de vivienda es primordial, tanto en fachadas como en cubierta y en solera o cimentación. Debe tenerse una baja trasmitancia térmica en las viviendas.
Dependiendo del clima, la orientación, y la altitud se debe optimizar el espesor del aislamiento térmico, así como el tipo de aislamiento.
Los huecos en fachada, tanto en ventanas como en puertas, son las zonas más sensibles de la envolvente de la vivienda. Por eso, es importante poner mucha atención en la ubicación en la fase de diseño y en su correcta colocación en la fase de obra.
Las carpinterías deben tener muy baja trasmitancia, con vidrios triples con gas argón. Los vidrios serán bajo emisivos. Con esto se podrá reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno y mantenerlo en el exterior durante el verano.
Los puentes térmicos son los puntos de encuentros entre diferentes elementos de la fachada, uniones entre ventana-fachada, puerta-fachada, uniones entre elemento verticales y horizontales.
En estos puntos se producen pérdidas indeseadas y las temperatura superficiales en estas zonas suelen ser inferiores a las del resto de la envolvente.
Para evitar los puentes térmicos se debe:
- No interrumpir la capa de aislamiento
- Usar un material con mayor resistencia térmica en estos puntos
- Cuidar las juntas
En las construcciones tradicionales se pueden dar corrientes de aire a través de ventanas, huecos o grietas. Esto generan incomodidad al usuario, especialmente en los periodos fríos del año.
En una vivienda Passivhaus, la envolvente es lo más hermética posible, mejorando la eficiencia del sistema de ventilación.
La hermeticidad de la vivienda se mide con la prueba Blower Door. Este test consiste en crear una diferencia de presión entre el interior y el exterior a través de un ventilador colocado en un hueco de fachada. Para cumplir el estándar el resultado debe ser inferior a 0,60 renovaciones de aire por hora con una diferencia de 50 Pa.
El uso de una vivienda, las personas y los electrodomésticos generan calor. Con este sistema se produce un reaprovechamiento por el sistema de ventilación, al precalentar el aire limpio entrante antes de expulsar el viciado.
En una vivienda Passivhaus, con un caudal de aire fresco de aproximadamente 1/3 del volumen de los espacios, podemos aportar unos 10 W/m de calor y 7 W/m² de frío en el edificio. Se fija un límite en la demanda de calefacción y refrigeración de aproximadamente 15 kWh/(m²a).